INTRODUCCIÓNLos días 24 y 25 de abril de 1998 se celebró en l'Université de Louvain-LaNeuve un congreso internacional que, bajo el título «Dispositifs et médiation des savoirs» • trataba de ofrecer algunas respuestas a una pregunta planteada por Gilíes Deíeuze diez años atrás: ¿Qué es un dispositivo? (Deleuze 1989).La pertinencia entonces y ahora, de dicha cuestión obedecía a la paradoja nacida de una doble constatación: Por un lado, la notable difusión del término «dispositivo» en el campo de las ciencias humanas y, por otro, los escasos ejercicios de reflexión teórica sobre su significado. En este sentido y teniendo en cuenta que dicho término ha sido utilizado especialmente en trabajos de sociología cualitativa, el marco que ofrece una revista sobre metodología de las ciencias sociales parece el lugar idóneo para retomar la cuesüón y plantear algunas '° Efectivamente, desde que Michel Foucault hablase del «dispositivo disciplinario» (Foucault 1975: 173) o del «dispositivo de la sexualidad»
Since the 1990s, archaeological publications concerned with Palaeolithic personal ornaments have diversified. This proliferation has resulted in an intense exploration of the multiple roles, whether symbolic, cultural or social, that these items might have played in prehistoric groups. As a result of this process, there is now a broad consensus that these body adornments are important for exploring the origins of cognitive, artistic and symbolic behavior from an evolutionary perspective. This view contrasts with the conceptualization of Palaeolithic ornaments prevalent during the greater part of the twentieth century. At that time, these objects were rarely considered in debates concerning human evolution, art and symbolism. To explain this shift in the understanding of beads, pendants and other similar artifacts, we explore in this paper the history and the epistemology of the concept of 'ornament' in the field of Palaeolithic archaeology. In particular, we analyse the factors underlying why the same kinds of objects have been historically described in very diverse ways. We conclude by pointing out some of the epistemological challenges posed by the current revalorization of personal ornaments.
En un artículo publicado en Biology and Philosophy, David Hull (2000) consideraba que había llegado el momento de superar los límites nacidos de la institucionalización de la filosofía, sociología e historia de la ciencia. Según Hull, la adopción de una perspectiva interdisciplinar debía permitir una integración efectiva de las tres disciplinas en lo que en el ámbito anglosajón se vienen denominando Science Studies 1 . Aunque dicho trabajo aportaba ideas interesantes para una «arqueología de la frontera» (Shapin 1992: 335) entre dichas áreas, también promovía la falsa idea de que las tres disciplinas habían permanecido impermeables durante largo tiempo. Como mostraremos en este artículo tomando como ejemplo el caso de la historia y la sociología de la ciencia, la realidad es que desde hace varias décadas las tres disciplinas han mantenido relaciones muy estrechas 2 .Desde su irrupción en el ámbito de las ciencias humanas, la historia y la sociología de la ciencia han establecido relaciones complejas que es necesario definir si queremos ----1 Para una introducción a los Science Studies ver: Kitcher 1998, Collins 2002 La literatura a propósito de la relación entre las tres disciplinas es muy abundante. Nos limitamos a proponer al lector alguno de los trabajos más interesantes: McMullin 1974;Shapin 1992; Brush 1995;Nickels 1995.
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.