RESUMEN: El consumo de fructosa ha aumentado en los últimos 50 años por la incorporación a la dieta de jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF), presente en productos industrializados, como las bebidas azucaradas. Se puede asociar la ingesta de fructosa en altas concentraciones con el aumento de la obesidad y trastornos metabólicos. La fructosa, un azúcar natural que se encuentra en muchas frutas, se consume en cantidades significativas en las dietas occidentales. En cantidades iguales, es más dulce que la glucosa o la sacarosa y, por lo tanto, se usa comúnmente como edulcorante. Debido al incremento de obesidad entre la población joven y general y a los efectos negativos que puede tener a corto y largo plazo es importante considerar de donde provienen las calorías que se ingieren diariamente. Esta revisión describirá la relación entre el consumo de fructosa en altas concentraciones y el riesgo de desarrollar obesidad, resistencia a la insulina, lipogenesis de novo e inflamación.
RESUMEN Uno de los endulzantes más comúnmente utilizado es la fructosa. La fructosa es directamente metabolizada en el hígado y se puede transformar en glucosa, posteriormente es almacenada como glicógeno constituyéndose en una fuente de energía para los hepatocitos. Todo el exceso de fructosa se convierte en lípidos ejerciendo un efecto tóxico sobre el hígado, similar al producido por el exceso de alcohol, pudiendo provocar hígado graso no alcohólico (NAFLD). El objetivo de esta revisión es reunir hallazgos recientes en relación al efecto de la ingesta de fructosa en altas concentraciones y su relación con el NAFLD.PALABRAS CLAVE: Hígado graso no alcohólico; esteatohepatitis no alcohólica; fibrosis hepática; Fructosa. INTRODUCCIÓNLa enfermedad hepática por hígado graso no alcohó-lico (NAFLD) es consecuencia de múltiples factores de riesgo como sobrepeso, obesidad central, dislipidemia, resistencia a la insulina y Diabetes Mellitus tipo 2; todos ellos asociados con el síndrome metabólico (Adams et al., 2009). La evolución del NAFLD puede producir esteatohepatitis no alcohólica (NASH), fibrosis hepática y puede predisponer al desarrollo de hepatocarcinoma. El NAFLD se caracteriza por exceso de deposición de lípidos neutros (hepatoesteatosis) en el hígado, más del 5 % de los hepatocitos están almacenando lípidos neutros (ésteres de triglicéridos y colesterol), el depósito de triglicéridos en el hígado es el resultado de un desequilibrio entre la cantidad de energía ingerida y la cantidad usada. El NAFLD comprende un espectro de enfermedad que va desde la estatosis (NAFL) a la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) y la fibrosis (Bettermann et al., 2014;Petaja & Yki-Jarvinen, 2016). La ingesta excesiva de grasas y carbohidratos constituye uno de los factores de riesgo de presentar NAFLD. Uno de los endulzantes más comúnmente utilizados en la dieta occidental es la fructosa que es directamente metabolizada en el hígado y se transforma en glucosa, posteriormente es almacenada como glicógeno constituyéndo-se en una fuente de energía para los hepatocitos. Todo el exceso de fructosa se convierte en lípidos ejerciendo un efecto tóxico sobre el hígado, similar al producido por el exceso de alcohol, pudiendo provocar NAFLD (Lustig, 2010). Por tales razones los médicos alientan a sus pacientes a modificar la alimentación, reduciendo el consumo de grasa y carbohidratos simples y a perder el exceso de peso corporal con el fin de prevenir el daño hepático (Lytle & Jump, 2016;Zheng et al., 2016).Actualmente la alta prevalencia de obesidad y Diabetes Mellitus tipo 2 a nivel mundial ha provocado que el NAFLD sea considerado una entidad clínica relevante, constituyendo la principal causa de enfermedad hepática cróni-ca e indicación de trasplante hepático en países desarrollados (Matherly & Puri, 2012).Epidemiología. El NAFLD afecta al 33 % de la población occidental, constituyendo un importante problema de salud pública. Se presenta en el 20-30 % de personas no obesas y 1 Doctorado en Ciencias Morfológicas, Universidad de La Fronte...
RESUMEN: La división del hígado en segmentos se basa en que, a partir del hilio, cada una de las ramas de la vena porta está acompañada por una arteria y un conducto biliar. El conocimiento preciso de las estructuras vasculares intrahepáticas y su distribución en segmentos es importante para planificar técnicas resectivas y efectuarlas con éxito; se ha señalado que es necesario conocer la anatomía biliar de los segmentos del hígado, así como sus variantes, para prevenir trombosis o complicaciones isquémicas del segmento lateral izquierdo y la aparición de fístulas biliares después del trasplante parcial de hígado. En la Terminologia Anatomica aparece mencionado el segmento lateral izquierdo (segmento II). Es nuestro objetivo revisar este término y recomendar la inclusión del adjetivo "posterior," quedando como segmento posterior lateral izquierdo. Este cambio tiene relación con los objetivos básicos que fueron propuestos por el Programa Federativo Internacional de Terminologia Anatomica, organismo encargado de regular la comunicación anatómica y de recibir recomendaciones como la presente, admitiéndose que las incorporaciones o modificaciones terminológicas deben ser claras, armónicas con la región o estructura y con un valor preferiblemente informativo y descriptivo. Las ramas terminales de la vena porta son dos: las venas portas derecha e izquierda. Esta última emite una vena lateral izquierda, cuyo trayecto es horizontal, posterior e izquierdo correspondiente al segmento lateral izquierdo (II). En base a lo anterior, se justificaría denominar e incorporar a Terminologia Anatomica éste segmento como segmento posterior lateral izquierdo. INTRODUCCIÓNDesde la segunda mitad del siglo XX la cirugía hepática ha tenido un desarrollo creciente, en parte atribuido a un conocimiento más detallado de la segmentación hepáti-ca. Lo anterior dio inicio e hizo posible efectuar resecciones cada vez más regladas, hasta llegar a la práctica de un gran número de hepatectomías para la solución de problemas cada vez más complejos. Así, el conocimiento de la división hepática resulta extremadamente necesario para determinar con exactitud las lesiones de este órgano y orientar en cirugía el abordaje de las mismas (Lo tártaro & Medan, 2010).Los Nomina Anatomica de Paris (PNA) fue publicado el año 1955 sin incluir la segmentación hepática. Posteriormente Couinaud, cirujano y anatomista francés en 1957 fue el primero en realizar un detallado estudio de la anatomía intrahepática. Sin embargo, solamente en las últimas ediciones de Nomina Anatomica fue incluida la segmentación portal hepática, sus partes, divisiones y segmentos. Así aparece mencionado en la parte izquierda del hígado, en su división lateral izquierda, el segmento lateral o segmento II. Posteriormente, en Terminologia Anatomica (2011) se menciona el segmento lateral izquierdo; segmento II. Nuestro objetivo fue revisar este término y referirnos al segmento II como segmento posterior lateral izquierdo. Este cambio tiene relación con los objetivos básicos que fueron propues...
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