La COVID-19 ha afectado la conducción de los ensayos clínicos a nivel mundial. Iniciada la emergencia sanitaria en Perú, el gobierno nacional tomó medidas para promover y garantizar la realización de los ensayos clínicos en COVID-19. Se conformó un comité de ética nacional exclusivo para ensayos clínicos COVID-19 y se implementó una regulación para asegurar la realización ética y oportuna de ensayos clínicos. Hasta el 31 de diciembre del 2020, el Instituto Nacional de Salud autorizó 29 ensayos clínicos, de los cuales cinco evalúan vacunas. El tiempo promedio y desviación estándar de la autorización fue 19,3 y 10,5 días, respectivamente. El 58,6% (n= 17) fueron ensayos clínicos fase II y el 34,5% (n= 10) fueron fase III; el 31,0% (n= 9) tuvo como patrocinador a una institución peruana. La finalidad de las acciones implementadas fue promover la investigación para la COVID-19, respondiendo a las necesidades y tiempos de la emergencia sanitaria, sin afectar la protección de los participantes ni la rigurosidad de los estudios.
A fin de identificar las características de los ensayos clínicos oncológicos presentados ante el Instituto Nacional de Salud del Perú en el periodo 1995-2019, se realizó un estudio observacional descriptivo, evaluando la información contenida en el Registro Peruano de Ensayos Clínicos. Se identificaron 1996 ensayos clínicos de los cuales 470 eran oncológicos (23,5%); el 74,9% de los ensayos clínicos oncológicos fue patrocinado principalmente por la industria farmacéutica, el 61,9% fue de fase III, siendo autorizados el 86,2%. Entre los autorizados, el 55,6% eran productos de investigación de tipo químico, el 35,9% correspondieron a indicación terapéutica para cáncer de mama; el principal diseño fue de grupos paralelos (84,7%), aleatorizados (85,2%), cegados (51,0%), el criterio de valoración principal más empleado fue la tasa de respuesta objetiva (46,7%). Se concluye que los ensayos clínicos oncológicos se han ido incrementando con los años, con frecuencia diversa entre sus características.
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