Establecer y analizar cómo los autores utilizan sus fuentes textuales es siempre un asunto complejo. Esto vale en general para cualquier escritor europeo, especialmente los anteriores al Romanticismo, donde la relación entre un autor y sus fuentes textuales cambió para siempre, al sustituir las nociones clásicas y humanistas de imitación y emulación con la de la originalidad como el criterio estético fundamental. Y vale a fortiori para los autores del Renacimiento, educados según el modelo humanista, que marcó una nueva relación con la antigüedad clásica, con un enfoque crítico y filológico que se opuso tajantemente a la interpretación medievalcristiana, alegórica, que buscaba relaciones de continuidad con el mundo clásico. Ésta es la razón del peculiar tratamiento de las fuentes clásicas por parte de los autores del Renacimiento, quienes las utilizan para revitalizar géneros medievales, y en particular el poema caballeresco. Desde esta perspectiva presento los resultados de un estudio preliminar sobre las fuentes del episodio central delOrlando Furioso de Ludovico Ariosto: el episodio de la locura de Orlando.
Este artículo presenta un panorama y algunas reflexiones críticas sobre la difusión editorial de la literatura y la cultura italianas en México en los últimos treinta años, relacionándolos con el crecimiento y la difusión de los estudios de italianística en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y enfocándose en las figuras de traductores y en los programas editoriales más relevantes, para sentar las bases de una reflexión sobre la recepción de la literatura italiana, tanto canónica como contemporánea, en el México actual.
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