Objective: To evaluate the agreement between the peripapillary retinal nerve fiber layer (pRNFL) and foveal thickness (FT) measurements among three different spectral domainoptical coherence tomography (SD-OCT) instruments in a sample of multiple sclerosis (MS) patients and a healthy age-matched control group. Methods: An observational cross-sectional study with three groups: healthy subjects and MS patients w/w a previous clinical diagnosis of optic neuritis (ON) was conducted. The pRNFL and FT were measured using three different SD-OCT instruments (OCT PRIMUS 200 and OCT CIRRUS 500 SD-OCT [Carl Zeiss Meditec] and OCT 3D 2000 [Topcon]). Results: Twenty eyes from 10 healthy subjects matched in age with MS patients without a previous history of eye disease and 62 MS eyes from 31 MS patients (29 eyes without history of ON and 33 eyes with history of ON) were enrolled. Healthy subjects and MS patients without ON did not show differences between the pRNFL and FT thickness (P>0.99) with any of the instruments. However, MS eyes with a previous episode of ON showed thinner pRNFL and FT (P<0.01). PRIMUS and CIRRUS OCT showed better agreement of the pRNLF and FT in both healthy and MS eyes. However, 3D OCT showed less agreement in the pRNFL measurement with CIRRUS in both healthy and MS eyes. Interpretation: Although OCT is a valuable technology to improve MS patient assessment, differences between devices must be taken into account. It is necessary to create an international group that standardizes the measurement conditions and above all that provides reference bases for normal subjects.

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La patología de la aorta supone un reto para la medicina. Tanto a nivel diagnóstico, como terapéutico, el volumen de variables implicado ha hecho que dicha patología sea abordada por una ingente cantidad de especialistas. En este documento, consensuado entre los grupos de trabajo de Aorta de las sociedades españolas de Anestesiología (SEDAR) y Cirugía Torácica-cardiovascular (SECTCV) se busca difundir los modos de trabajo más consensuados entre los centros de mayor actividad del país por parte de ambas especialidades, en lo que al tratamiento quirúrgico se refiere de la patología de aorta ascendente y arco aórtico se refiere, así como del tratamiento de la disección aguda de aorta.

Las porfirias pueden tener manifestaciones cutáneas o extracutáneas. Entre las manifestaciones cutáneas más relevantes destacan la fotosensibilidad (por ello eran conocidas como la “enfermedad de los vampiros”) que produce la aparición de ampollas en zonas fotoexpuestas, así como cicatrices, quistes millium, hipertricosis malar e hiperpigmentación cutánea. El prototipo de clínica extracutánea es el ataque agudo de porfiria, que se caracteriza por manifestaciones neurológicas y psiquiátricas, a las que se añaden síntomas digestivos como dolor abdominal tipo cólico, náuseas, vómitos, estreñimiento grave, orinas oscuras.  La provocación de una crisis de porfiria durante la anestesia se debe prevenir con un correcto tratamiento de la hipovolemia y trastornos hidroelectrolíticos, además de evitar el ayuno, aportando 2000 calorías/día por vía enteral o con dextrosa al 10% a altas dosis (300-500 g/día) por vía intravenosa. El equipo clínico, incluso las luces de quirófano, pueden generar cambios cutáneos, por lo que es necesario un especial cuidado para evitar las quemaduras en los pacientes que presentan fotosensibilidad.