La hipertensión arterial (HTA) secundaria engloba un conjunto de formas de hipertensión arterial que responden a una causa etiológica identificada y, que por tanto, pueden resolverse si se soluciona la causa subyacente. Tiene una prevalencia reportada del 5-10% en población general, que es más alta cuando se consideran grupos específicos de pacientes. Las causas endocrinas de hipertensión secundaria son prevalentes. Se describen cinco casos clínicos de hipertensión secundaria a hiperaldosteronismo primario, enfermedad de Cushing, hiperparatiroidismo primario y feocromocitoma, y se actualizan los algoritmos de diagnóstico y tratamiento para cada caso.
La hipertensión renovascular (HTRV) es una causa frecuente y potencialmente corregible de hipertensión arterial (HTA) secundaria. Su incidencia varía en función del contexto clínico. Se encuentra estenosis de la arteria renal (EAR) en 1% de los pacientes con HTA leve y hasta en 10% a 45% de los pacientes con HTA grave o evolución acelerada. Las causas más frecuentes de EAR son la enfermedad vascular aterosclerótica y la displasia fibromuscular (DFM), que se identifican con una relación 9:1 en favor de la primera. Otras enfermedades vasculares mucho menos frecuentes pueden ser causa de EAR. La HTRV aparece por lo regular en un contexto de elevada comorbilidad cardiovascular y coexiste con enfermedad coronaria (10%-14%), enfermedad arterial periférica (15%-25%), cerebrovascular (10%), aórtica (25%-35%) y enfermedad renal crónica (ERC) avanzada (35%), entre otras. Este escenario en el que ocurre la HTRV representa dificultades diagnósticas y terapéuticas. Algunas de las preguntas que subyacen al tratamiento de estos pacientes son: ¿debe buscarse EAR en un paciente determinado?, ¿cuál es la forma de estudio más adecuada?, ¿debe instituirse tratamiento médico o intervencionista en un paciente específico? Esta revisión intenta responder algunas de estas preguntas con un enfoque predominantemente clínico y basado en la información actualizada. Dado el papel preponderante que tiene la enfermedad aterosclerótica por su frecuencia, la atención se enfoca en ella. Mucho más que en otras alteraciones, el abordaje de la HTRV debe ser grupal, con intervención de las diferentes disciplinas para tomar decisiones.
La vasculitis crioglobulinémica es una vasculitis de vaso pequeño relacionada con crioglobulinas. Afecta a piel, articulaciones, sistema nervioso periférico y riñones. En el plano renal, el compromiso predominante es el glomerular, con manifestaciones histopatológicas caracterizadas por un patrón membranoproliferativo acompañado de depósito de inmunocomplejos. El objetivo de este trabajo es describir su presentación clínica, características histopatológicas, respuesta al tratamiento y pronóstico en una serie de pacientes con vasculitis crioglobulinémica renal relacionada con crioglobulinemia mixta confirmada por biopsia. Se incluyó a seis pacientes, cuatro de sexo femenino, con una media de edad de 47.6 (17-63) años. Cinco pacientes se presentaron con afectación glomerular grave (síndrome nefrítico, insuficiencia renal de rápida progresión). El patrón histopatológico más frecuente fue el de la glomerulonefritis membranoproliferativa con depósito de inmunocomplejos. En dos casos se identificó enfermedad subyacente (autoinmunitaria, infecciosa). Todos recibieron tratamiento inicial basado en glucocorticoides; en dos se realizó recambio plasmático terapéutico y en tres ciclofosfamida. Como mantenimiento, la totalidad recibió corticoides vinculados con mofetil micofenolato o rituximab. Un paciente falleció poco después del diagnóstico. Se completó un seguimiento de 24.2 meses, al final del cual tres mostraron respuesta parcial y dos respuesta completa.
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