“…La convivencia entre gentes de origen local y de origen griego en la zona emporitana e incluso en la misma Neápolis es una idea ampliamente aceptada (entre otros, Aquilué et al, 2010;Santos et al, 2013;Castanyer et al, 2015;Delgado Hervás y Ferrer, 2016). Esta imagen del asentamiento y el entorno emporitano como paisajes pluriétnicos se ha construido en base a múltiples evidencias, principalmente arqueológicas, epigráficas, literarias y genéticas (Sanmartí-Grego, 1988a, 1993Sanmartí-Grego et al, 1994;Aquilué et al, 2010;Olalde et al, 2019). Pese a que los testimonios literarios sobre Emporion son escasos y fueron escritos en un momento muy posterior al que describen, han tenido una incidencia muy significatica en la construcción de las interpretaciones hoy dominantes.…”