“…Otras evidencias señalan que la práctica del qigong contribuye a la prevención del cáncer, ya que el ejercicio físico es un factor clave en el estilo de vida, además de potenciar el sistema inmune y mediar sobre la respuesta inflamatoria (Cheung et al, 2005;Oh et al, 2012). Disminuye la depresión y mejora la calidad del sueño (Larkey et al, 2015;Chan et al, 2017), y reduce la hipertensión arterial (Ospina et al, 2017;Lee, Lim y Lee, 2004). Mejora la calidad de vida en pacientes con cáncer (Stenlund, Lindstrom, Granlund y Burell, 2005;Pippa et al, 2007) y en pacientes con trastornos cardiovasculares (Hui, Wan, Chan y Yung, 2006;Johansson et al, 2011).…”