“…Desde esta cosmovisión, los valores de la civilización judeocristiana occidental se ven sometidos, cada vez más, a la perversión de las costumbres por el yugo de las minorías, el relativismo, el cientificismo, el ateísmo, el laicismo y la ideología de género, financiados por una élite cosmopolita tecno-burócrata comunista (Spektor, 2019;Guimarães y Silva, 2021). 51 Con todo, esta proyección fue acompañada por una ideología ultraliberal que retomó la ficción retrotópica de liberar a Brasil de la corrupción e ineficiencia del Estado, operador local del proyecto comunista del Partido de los Trabajadores (Wink, 2021b;Lynch y Cassimiro, 2021, p. 242). Y es que, a diferencia de la voluntad del conservadurismo brasileño de impedir la democratización y el cambio social mediante un control del Estado, la «nueva derecha» aspira a destruirlo (Wink, 2021a, p. 42).…”