“…Por el contrario, la cartografía participante emerge desde perspectivas que buscan, de una forma u otra, subvertir la imaginación y el orden cartográfico dominante, tales como el post-estructuralismo, el feminismo, la geografía crítica, la pedagogía popular, las epistemologías del sur y la investigación-acción participativa. La cartografía participante consiste a la vez en un método cartográfico, con un conjunto de técnicas y herramientas, para visualizar y representar el espacio de forma alternativa a las estructuras de poder dominantes, y en un proceso para reflexionar sobre el espacio y el territorio a partir de y con la comunidad que lo habita, que le da sentido y que lo disputa (Acselrad y Régis Coli, 2010;Aitke y Kwan, 2010;Basualdo, Domenech y Pérez, 2019;Blázquez, 2018;Boudreau et al, 2020;Breitbart, 2003;Chambers, 2006;Cobarrubias y Pickles, 2008;Díez y Escudero, 2012;Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, 2009;Font-Casaseca, 2020;Iconoclasistas, 2013;Jiménez, 2019;Osoegawa y Faria, 2017;Tazzioli y Garelli, 2019).…”