“…34 También son el tipo de big data que contiene una descripción sobre un individuo: el género, el "nombre esclavo" (en sus diferentes formas), la edad aparente (muy importante en la operación de compra-venta), la nación -es decir, la construcción "étnica", espacial-cultural y psicopatológica de lucumí, arará, congo, angola, mandinga, carabalí, macuá, etc... -, en ocasiones algo sobre el "carácter" individual del/la esclavo/a desde la perspectiva del propietario, sobre todo en el caso de los esclavizados criollos: respondón, embriaguez, ladrón, callejera y cimarrón, etc... 35 Algunos también mencionan lesiones, tatuajes o escarificaciones rituales del cuerpo, lo que para casos individuales puede ser complementado con las fuentes de descripciones de cimarrones que en lo referente a los tatuajes tribales o clánicos, las escarificaciones o las modificaciones de la dentadura, así como las marcas de fuego (calimbos), son mucho más explícitos. 36 Muy pocas historias de esclavitudes han utilizado este tipo de fuentes, sobre todo porque son difíciles de localizar (en archivos locales, no centrales, fundamentalmente, aunque la digitalización está subsanando este aspecto), 37 porque son big data y, por ello, difícil de manejar tanto para casos individuales como para poblaciones esclavizadas enteras. Pero para las futuras historias no sólo de esclavitudes (que ya sería algo importante), sino para historias de esclavizados, es decir, mujeres, hombres y niños, este tipo de fuentes son y serán indispensables.…”