“…En general, los estudios sobre evaluación publicados en revistas científicas se han centrado en analizar cómo conseguir evaluaciones más justas, válidas o fiables (Dalziel, 1998); el uso de estudiantes en el proceso de evaluación (Marin-Garcia, Aragonés Beltran, & Melón, 2014;Potgieter, Ackermann, & Fletcher, 2010;Tejeiro et al, 2012); el impacto del uso de rúbricas en las notas otorgadas a los resultados de ejercicios, o al proceso seguido para completarlo (Marin-Garcia & Santandreu-Mascarell, 2015;Panadero & Jonsson, 2013); el método de evaluación más adecuado en función del objeto a evaluar o para diferentes estrategias metodológicas, entre las que destacan las que incorporan el uso de tecnología de la información en el aula (Bliuc, Ellis, Goodyear, & Piggott, 2010;Bliuc, Ellis, Goodyear, & Piggott, 2011;González-Marcos, Alba-Elías, Navaridas-Nalda, & Ordieres-Meré, 2016;Green, Farchione, Hughes, & Chan, 2014;Sanna, Lamberti, Paravati, & Demartini, 2012) o trabajo en equipo (Perello-Marin, Vidal-Carreras, & Marin-Garcia, 2016;Pratten, Merrick, & Burr, 2014) o aprendizaje basado en problemas (Perez-Benedito, Perez-Alvarez, & Casati, 2015;Valle, Gonzalvo, & Abril, 2011). Una abrumadora cantidad de estos estudios publicados se ha realizado en disciplinas diferentes de la de Gestión en general o de Gestión de Operaciones en particular (Medina-López, Alfalla-Luque, & Marin-Garcia, 2011).…”