“…La prevalencia de la enfermedad de Fabry se la estima entre 0,85 y 2,5 casos por 100.000 personas, varían entre el fenotipo severo "clásico" en varones hasta un aparente asintomático observado ocasionalmente en mujeres [1], [4], [6], [12], [19], dentro de las características clínicas incluyen acroparestesia, angioqueratomas, acompañadas de crisis de dolor coincidentes con el caso presentado, sin embargo, no presenta trastornos gastrointestinales, disfunción corneal, lo severo del depósitos lisosomal en células cardiacas, neurológicas y renales conduce a miocardiopatía, insuficiencia renal o enfermedad cerebrovascular de gran importancia en el manejo anestésico [6], [9], [15], [19]- [21], en vista de la necesidad de valoración preoperatoria y anticipo a posibilidades de complicaciones durante el transoperatorio o posquirúrgico inmediato, en nuestro caso la acumulación condujo a insuficiencia renal terminal dicha nefropatía por acumulo progresivos de GL-3 en el parénquima renal en las células tubulares, glomerulares inicio mecanismos de injuria, en un proceso similar a nefropatías proteinurias caracterizadas por producción de óxido nítrico (ON), radicales libres de oxígeno (ROS) y otros mediadores inflamatorios los cuales conducen a disfunción microvascular, oclusión e isquemia [4], [7], [18], [20], [21], de esto la condición de insuficiencia renal crónica se ha considerado como la principal causa de morbilidad en pacientes con enfermedad de Fabry, el trasplante renal debe ser considerado tempranamente en estos pacientes debido a que la evidencia actual demuestra seguridad en el procedimiento y mayor supervivencia en relación a los pacientes con enfermedad de Fabry que permanecen en diálisis [7], [9], [15], [17]. El objetivo del trasplante renal fue mejora en la calidad de vida en nuestra paciente, se consideró funcionalidad del injerto a largo plazo, evitando exacerbación de comorbilidades, no se encontró contraindicaciones para trasplante entre las cuales destaca edad, estado físico o patologías infecciosas, la evaluación cardiovascular pretrasplante demostró hipertrofia ventricular izquierda sin signos de falla cardiaca, por lo que se consideraron pacientes de alto riesgo cardiovascular; por todo lo antedicho el paciente con enfermedad de Fabry debe ser considerado como paciente de alto riesgo quirúrgico y anestésico la estricta valoración preanestésica con evaluación sobre la función cardiovascular y respiratoria, deben contar con estudios detallados, ecocardiograma, espirometria, hemograma y perfil bioquímico completo [9], [10...…”