“…Aunque la elevación del suelo del seno maxilar con fines implantológicos es uno de los procedimientos más predecibles de aumento óseo, muestra un mayor porcentaje de fracasos comparada con implantes colocados en hueso nativo (39,40). Estos resultados pueden deberse a complicaciones intraoperatorias (perforación de la membrana sinusal, fractura del reborde alveolar residual, obstrucción del ostium sinusal, hemorragia y lesión de los dientes adyacentes), complicaciones postoperatorias tempranas (hemorragia, dehiscencia de la herida, infección aguda, exposición de la membrana, infección o pérdida del injerto y fracaso del implante) y postoperatorias tardías (pérdida del injerto o del implante, migración del implante, fístula bucosinusal, dolor y sinusitis crónicas) (17).…”