“…A pesar de la alta prevalencia, muchas mujeres no buscan asesoramiento profesional porque consideran que es una parte normal del ciclo menstrual (Iacovides et al, 2015;Kumar K et al, 2016) y las que deciden iniciar un tratamiento lo hacen de manera deficiente (Harel, 2008). En este sentido, los autores coinciden en que la dismenorrea primaria tiene un importante impacto en la calidad de vida de las mujeres (Iacovides et al, 2015;Kumar K et al, 2016;Al-Jefout et al, 2015;De Sanctis et al, 2016;Hoppenbrouwers et al, 2016;Iacovides, Avidon, Bentley, & Baker, 2014;Kennett, O'Hagan, & Meyerhoff, 2016;Knox, Azurah, & Grover, 2015;Nguyen, Humphrey, Kitchen, Rehman, & Norquist, 2015;Nur Azurah, Sanci, Moore, & Grover, 2013;Osayande & Mehulic, 2014;Rani, Sharma, & Singh, 2016;Sahin, Kasap, Kirli, Yeniceri, & Topal, 2018;Wong, 2018) especialmente en las adolescentes (Knox et al, 2015;Nur Azurah et al, 2013). Es la causa más frecuente de la reducción de la productividad laboral (Ju et al, 2014), del rendimiento académico, así como de la disminución de las actividades sociales, físicas y deportivas de las mujeres (Kumar K et al, 2016).…”