A partir de la década de 1950, un grupo de psiquiatras chilenos comienza a converger en torno a la epidemiología de los trastornos mentales. Ni la psiquiatría ni la salud mental habían logrado posicionarse exitosamente en el escenario público, como sí lo habían conseguido la salud “física” y la medicina. Desde la década anterior los psiquiatras venían buscando ese posicionamiento, fundamentalmente a través de la introducción y aplicación de las terapias biológicas. Planteamos que a partir de la influencia de las ciencias sociales y del escaso éxito de los tratamientos psiquiátricos, el desarrollo de los estudios epidemiológicos significó una renovación en el papel de la psiquiatría y los psiquiatras en el escenario de la salud pública.