Las políticas públicas en salud suelen ser planificadas generalizando colectivos y, en muchas ocasiones, idealizando poblaciones a ser intervenidas. Sin embargo, las perspectivas macro encuentran sus límites al ser interpeladas por personas que no se ajustan a los criterios establecidos desde los centros de poder. Aún más cuando se trata de colectivos que atraviesan de manera constante o intermitente periodos de vulnerabilidad. Particularmente las poblaciones interceptadas por categorías de géneros/sexualidades disidentes y clases sociales marginalizadas. En el norte de la Argentina, en una ciudad del interior de la provincia de Salta, analizamos como se producen, y si se producen, estas articulaciones entre las políticas públicas en salud y los microuniversos de las personas que habitan ese espacio. Nos valemos para ello de un enfoque etnográfico junto con una perspectiva interseccional que combinan diferentes técnicas en campo. Concluimos que debe haber una mayor articulación entre las dimensiones macro y micro analizadas cuando se trata de pensar políticas públicas en salud.