“…En Europa, como resultado de la interacción de procesos socioeconómicos y demográficos, se ha producido una concentración espacial de los servicios básicos en los núcleos urbanos, lo que en ocasiones deja a las zonas rurales con un acceso más limitado a los mismos (Neumeier, 2015). El emplazamiento de los servicios, especialmente los privados, en las áreas urbanas se debe a motivos de eficiencia y sostenibilidad económica, dado que las bajas densidades de población y las largas distancias de las zonas rurales no garantizan una masa crítica de población para rentabilizarlos (Cloke, 1985;Cloke, Goodwin, Milbourne y Thomas, 1995;Minore, Hill, Pugliese y Gauld, 2008;Noguera y Ferrandis, 2014;Ocaña-Riola y Sánchez-Cantalejo, 2005;OECD, 2016;Roberts, Kc y Rastogi, 2006). Estas limitaciones tienen efectos negativos en la calidad de vida de la población rural, los cuales son especialmente notables en los grupos sociales vulnerables y/o en riesgo de exclusión social, como son los desempleados, los inmigrantes, las mujeres o los jóvenes (Escribano Pizarro, Esparcia Pérez y Serrano Lara, 2015).…”