“…Cabe hacer notar que estos estudios no son los únicos entusiastas promotores y defensores de las ventajas y potenciales del PLE como elemento educativo (Gallego-Arrufat & Chaves-Barboza, 2014;Halimi, Seridi-Bouchelaghem & FaronZucker, 2014;Kop, & Fournier, 2013;Marín, Negre, & Pérez, 2014;Rahimi, Van den Berg, & Veen, 2015;Ros et al, 2013;Salehi, Kamalabadi, & Ghoushchi, 2013), no solo para la educación inicial superior (Chaves-Barboza, Trujillo-Torres, & López-Núñez, 2015;Marín, Salinas, &, de Benito, 2014;Rodríguez, & López, 2013), sino también para el desarrollo profesional (Rahimi, Van den Berg, & Veen, 2013), la educación de nivel primario Gil, 2012;Honegger, & Neff, 2010) y de nivel secundario (Chaves, 2016;Ricoy, & Couto, 2010). Entre las ventajas destacan la gran flexibilidad y facilidad de uso, las posibilidades de personalización y de adecuación, el acceso que brinda a ilimitadas herramientas web 2.0, el potencial que tienen para el trabajo colaborativo y las relaciones sociales, el papel activo que otorga al sujeto de formación, así como el énfasis que da al desarrollo de su propia responsabilidad y control, y la posibilidades que ofrecen para la educación formal, no formal e informal.…”