Acerca de la amputación de la mano diestra como práctica simbólica. El caso de Hispania en época de las guerras celtibérico-lusitanas

Abstract


 
 
 
 La presente contribución analiza la práctica vejatoria de la mutilación de manos entre las poblaciones indígenas de Hispania y su aplicación contra ellas, en tanto que elemento disuasorio de índole práctica y simbólica, por parte de Roma. La intimidad entre el ejercicio de las armas y la mano que las porta -consecuencia del ethos agonístico que conocemos para estas gentes- revistió a dicho castigo de una especial dureza, en sentido ideológico, para los nativos; y obtiene refrendo literario en algunas fuentes significadas de la literatura céltica insular.
 
 
 

Nuevas líneas de investigación en arqueología e Historia Militar antigua en la península ibérica. Cuestiones metodológicas y estudios de caso (Segunda Edad del Hierro y conquista romana)

“…Entre las líneas recientes más activas está el estudio de los rituales de 'cabezas cortadas', con numerosas ramificaciones, muy bien abordado en una exposición del Museo de Arqueología de Cataluña (Rovira, 2015), o en una monografía de F. Gracia (2017), dentro de un contexto europeo (Boulestín, Gambier, 2012); así como otras amputaciones, por ejemplo, de manos (Sopeña, 2008). Las amputaciones no se limitan a casos reales, sino que se extienden a la iconografía (Alfamé, 2004;Quesada, 2014b;Pereira et al, 2023).…”

Una aproximación al talón de Aquiles de la Edad del Hierro galaica (s. IX-I a.C.): el registro funerario

“…Esta ausencia en el registro arqueológico no es sorprendente en el mundo académico, que ha intentado solventar estas dificultades contextuales desde múltiples enfoques, proponiendo distintos ritos y prácticas: la exposición de los cadáveres a merced de los buitres (Sopeña Genzor 2004), como se ha identificado en contextos vacceos y celtibéricos gracias a determinados patrones decorativos cerámicos identificados en Numantia (Alfayé 2011: 211-27); la existencia de ritos que implicasen la destrucción completa del cadáver (Santos Cancelas 2019: 24); la presencia de ceremonias fúnebres con depósitos acuáticos (González-Ruibal 2006-7: 576); la coexistencia de múltiples prácticas de cremación de carácter diverso, dejando algunas escasa huella arqueológica (García y Bellido 1966: 24, Bettencourt 2000; la realización de prácticas de carácter intradoméstico (Bettencourt 2000: 50) o la inexistencia de necrópolis estructuradas como tal (Vilaseco Vázquez 1999: 512). Resulta interesante que todas estas propuestas coincidan en un aspecto clave: los rituales funerarios escogidos, con independencia de cuáles fuesen, apenas habrían dejado restos identificables con metodología arqueológica (Fernández-Posse 1998: 230-1, Vázquez Varela y García Quintela 1998: 177, Bettencourt 2000, convirtiendo en imposible su análisis.…”