“…Referente a la gestión de la diversidad, varios estudios apuntan que en las escuelas chilenas se está intentando trabajar desde un enfoque intercultural (Barrios-Valenzuela & Pelou-Julian, 2014;Bustos, 2015;Joiko & Vásquez, 2016;Poblete, 2009) que abarca dos elementos clave: i) una adaptación curricular y ii) un reconocimiento de la diversidad y un trabajo contra el racismo y la discriminación (Joiko & Vásquez, 2016, p. 140). Sin embargo, se ha destacado que el sistema educacional chileno tiende a favorecer la construcción de una identidad uniforme y homogénea (Poblete, 2009), lo que involucra una actitud asimilacionista (Poblete, 2018) y normalizadora, donde la expectativa es que es el estudiante el que debe adaptarse al sistema escolar (Bustos & Gairin, 2017;Cornejo Torres & Rosales Ubeda, 2015). Asimismo, se ha notado que "no existe una estrategia sostenida en el tiempo que tenga el objetivo escalar en los niveles de adaptación curricular para asegurar la inclusión" (Poblete, 2018, p. 51 Enfrentados con el desafío de asegurar las mismas condiciones del proceso enseñanza-aprendizaje para todos sus estudiantes, los establecimientos educativos están presionados a encontrar soluciones, especialmente a nivel pedagógico.…”