“…Sin embargo, si bien hay varios estudios enfocados en la validación de escalas de medición de la desconexión moral (Çapan & Bakioglu, 2016;Gini, Pozzoli & Bussey, 2015;Rubio-Garay, Amor & Carrasco, 2017) aún persisten controversias respecto a la medición de este constructo (Greenhalgh, Watt & Schutte, 2015), sobre todo relacionadas con: (a) la estructura interna de las escalas, porque aunque la escala original mide ocho mecanismos de desconexión moral (Bandura et al, 1996), se han reportado modelos unidimensionales (Çapan & Bakioglu, 2016;Pelton, Gound, Forehand & Brody, 2004), o de tres (Rubio-Garay et al, 2017) y cuatro factores (Newton, Stapinski, Champion, Teesson & Bussey, 2016); (b) la medición de la desconexión moral, debido a que se evalúa tanto de forma general como de forma contextual a una situación; y (c) las técnicas de medición, ya que se ha evaluado el constructo mediante dilemas éticos (Paulino Avilés & Fonseca, 2016;Stevens, Deuling & Armenakis, 2012), entrevistas (De Graaff, Schut, Verweij, Vermetten & Giebels, 2016) y escalas de auto-reporte tipo Likert (Çapan & Bakioglu, 2016;Newton et al, 2016;Paciello et al, 2008).…”