Adolescent exposure to cannabis as a risk factor for psychiatric disorders

Abstract

Adolescence represents a critical period for brain development and the endocannabinoid system plays a crucial role in the regulation of neuronal refinement during this period. Cannabis is the most consumed drug among adolescent people and its heavy use may affect maturational refinement by disrupting the regulatory role of the endocannabinoid system. In animals, adolescent cannabinoid exposure has been reported to cause long-term impairment in specific components of learning and memory and to differentially affect emotional reactivity with milder effects on anxiety behaviour and more pronounced effects on depression-like behaviour. Moreover, adolescent exposure to cannabinoids might represent a risk factor for developing psychotic-like symptoms at adulthood. Also epidemiological studies suggest that heavy adolescent cannabis use may increase the risk of cognitive abnormalities, psychotic illness, mood disorders and other illicit substance use later in life. In conclusion, the available data point to the hypothesis that heavy cannabis use in adolescence could increase the risk of developing psychiatric disorders, especially in people who already have a vulnerability to develop a psychiatric syndrome. Only few papers have investigated the neurobiological substrates of this vulnerability, thus further studies are needed to clarify the molecular mechanisms underlying the effect of cannabis on the adolescent brain.

Risk of transition to schizophrenia following first admission with substance-induced psychotic disorder: a population-based longitudinal cohort study

“…We found that cannabis-induced psychotic disorder was not a specific risk factor to the development of schizophrenia; rather those who experienced an episode that converted to schizophrenia were significantly younger than any of the other groups. Earlier age of exposure to cannabis is also known to increase the chances of later development of schizophrenia (Rubino et al 2012). Higher rates of conversion in those who present with cannabis-induced psychotic disorder may relate to exposure to cannabis during a vulnerable period in adolescence and early adulthood, when there may be disruption of maturational events within the endocannabinoid system.…”

Adaptación y validación española del Adolescent-Cannabis Problems Questionnaire (CPQ-A)

“…Por último, y en consonancia con los hallazgos científicos que relacionan el consumo de cannabis con una mayor probabilidad de presentar alteraciones psicopatológicas (Hides et al, 2009;Kaminer, Connor, y Curry, 2008;Rubino et al, 2011;Stefanis et al, 2004), una puntuación superior a 5,5 en el CPQ-A parece estar relacionada con una mayor presencia de síntomas psicopatológicos, entre los que predominan los síntomas depresivos, de hostilidad y de ansiedad, de acuerdo con los resultados obtenidos en el BSI.…”

“…Su uso se ha relacionado con deterioros cognitivos observables en numerosas funciones ejecutivas como la capacidad para planificar, resolver problemas, tomar decisiones, así como recordar y controlar las emociones y la conducta (Crean, Crane, y Mason, 2011). Consumirlo de forma habitual se ha asociado también con la realización de conductas de riesgo (Baño Rodrigo et al, 2004) y con una mayor probabilidad de padecer trastornos psicopatológicos como depresión, síndrome amotivacional y trastornos psicóticos (Rubino, Zamberletti, y Parolaro, 2011). La literatura actual no considera el cannabis como una sustancia inocua, sino que los estudios epidemiológicos proponen el consumo de cannabis como factor de riesgo para otros problemas de salud mental (Arias Horcajadas, 2007;Hall y Degenhardt, 2009;Parolaro, 2010).…”

Diseño y validación de una escala de intención de consumo de cannabis (CUIQ) para adolescentes

“…La Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) revela que uno de cada cuatro jóvenes de 14 a 18 años consumió en el último año y el 16,1% de ellos tenía consumo de riesgo, definido por cumplir cuatro o más ítems de la escala CAST (Cannabis Abuse Screening Test) (OEDT, 2014). Los datos muestran que el consumo de cannabis está ampliamente extendido entre la población más joven a pesar de las consecuencias negativas que conlleva su consumo como problemas de control de emociones (Crean, Crane, y Mason, 2011), experiencias psicóticas (Fonseca-Pedrero, Ortuño-Sierra, Paino y Muñiz, 2016), o riesgo de trastornos psicóticos (Chadwick, Miller, y Hurd, 2013;Hall y Degenhardt, 2009;Rubino, Zamberletti, y Parolaro, 2012). Esta tendencia tiene su reflejo en el aumento de demanda de tratamiento en los países europeos (EMCDDA, 2016) y alerta sobre la necesidad de intensificar los esfuerzos en intervenciones preventivas específicas del consumo de cannabis.…”