“…Incluso en la práctica del senderismo, que puede parecer una actividad relativamente segura, se pueden producir accidentes de mayor o menor gravedad debido a un calzado inadecuado, no disponer de agua o a unas condiciones meteorológicas adversas (Boore & Bock, 2013). El número cada vez mayor de personas que participan en actividades deportivas y recreativas en espacios naturales ha aumentado la posibilidad de sufrir accidentes que pueden requerir atención médica (Amarowicz et al, 2019;Gardner & Hill, 2002;Johnson et al, 2007;Pearce et al, 2019;Roi, 2021) y, por consiguiente, ha supuesto un aumento en el número de rescates realizados por parte de los servicios de emergencia (Ciesa et al, 2015;Lischke et al, 2001;Vanpoulle et al, 2021).…”