El almidón de la yuca es una biomasa con potencial para elaborar una gran cantidad bioproductos, entre ellos, los bioplásticos, materiales biodegradables que pueden representar una alternativa a la producción de plásticos de origen fósil (334 millones t año -1 ), productos petroquímicos que han encaminado a una crisis ambiental. Por otro lado, se puede fomentar la sostenibilidad agroindustrial, al cultivar la planta en áreas geográficas óptimas. Se utilizó la metodología de zonificación a través de variables edafoclimáticas, sometidas al SIG ArcMap para determinar áreas potenciales en el estado de Veracruz, México. La prueba Kruskal-Wallis se empleó para validar la zonificación. Se observó un área con aptitud óptima edafoclimática de 1,465,210 ha, con mayor distribución en la provincia fisiográfica Golfo Norte. Kruskal-Wallis demostró que la metodología de zonificación de la FAO, es útil para determinar áreas con potencial edafoclimático. Por último, se encontraron áreas óptimas para cultivar yuca como fuente de almidón con uso futuro en la elaboración de bioproductos.