“…A pesar de que la ingesta alcohólica no aparece como predictor, si que tiene una relación y probablemente algunos de los tratamientos psiquiátricos y psicológicos que han recibido los internos han estado relacionados con una ingesta alcohólica excesiva. De forma consistente, la literatura ha mostrado la relación entre una ingesta alcohólica y la conducción agresiva (Malta, Blanchard y Freidenberg, 2005 Por el contrario, la falta de relación entre la edad y la conducción agresiva es contradictoria a los resultados observados en la investigación (Burgess y Lindsey, 1997;Harré, Brandt y Dawe, 2000;Mason, Fitzpatrick, Seneca, y Davinroy, 1992;McMillen y David, 1992;Pendleton, Hatfield y Bremer, 1986;Ulleberg y Rundmo, 2003;Vanlaar, Simpson, Mayhew y Robertgson, 2008) según los cuales la franja de los jóvenes es en la que se dan un mayor número de accidentes. Nuestros resultados son congruentes con los datos aportados por Trimpop y Kirkcaldy (1997) y Rajalin (1994) y comprensibles si consideramos que según la Dirección General de Tráfico ( 2010), la franja entre los 30-50 años es donde se ha producido el descenso menor de siniestralidad durante el año 2009, debido a que probablemente es más difícil cambiar los hábitos de conducción que ya están consolidados.…”