Los endoparásitos frecuentes en los caninos tienen un potencial zoonótico, lo que representan un riesgo para las personas, sobretodo en niños, adultos mayores y personas inmunosuprimidas, pudiendo causar alteraciones principalmente a nivel gastrointestinal, cutáneo, visceral, ocular y neurológico. El impacto se genera sobre la salud pública y la economía. Los caninos pueden presentar endoparásitos a temprana edad como: Toxocara canis, Trichuris vulpis, Dipylidium caninum, Giardia intestinalis, entre otros y las principales manifestaciones clínicas corresponden a signos gastrointestinales, anemia, anorexia, cuadros respiratorios y en algunos casos puede producir la muerte. Además, los caninos actúan como reservorios de formas parasitarias las cuales son expulsadas mediante materia fecal y permanecen en el medio ambiente. Asimismo, existen factores que predisponen la carga parasitaria en los caninos, como el nivel socioeconómico, hábitos de higiene, tipo de alimentación, convivencia con otras especies, hacinamiento, frecuencia de desparasitación, edad, sexo, condiciones ambientales, entre otros. En consecuencia, el riesgo de zoonosis es permanente, y se debe sobre todo por ingerir alimentos y agua contaminada o por el contacto directo con el suelo con alguna forma parasitaria. Por lo cual, en la presente revisión se presenta los principales endoparásitos con potencial zoonótico en caninos, sus formas de transmisión, signos clínicos, herramientas de diagnóstico y métodos de control y prevención. Por tanto, con esta información actualizada se contribuirá a conocer los principales endoparásitos zoonóticos en caninos, para mejorar y reforzar las medidas sanitarias, terapeúticas y profilacticas existentes, y así reducir el riesgo de las zoonosis parasitarias.