“…Este es el caso de los sistemas eléctricos multifásicos (sistemas constituidos por más de tres fases), que se posicionan como una alternativa real frente a los sistemas trifásicos convencionales debido a las ventajas que estos presentan Levi, 2016). Entre éstas cabe destacar su redundancia inherente, lo que les permite un cierto grado de tolerancia ante una falta sin necesidad de emplear ningún tipo hardware adicional (Alcharea et al, 2009;Alcharea et al, 2008;Asadzadeh, Dastfan, Darabi, 2017;Belgacem, Salem, Abdelkrim, 2015;Bermúdez et al, 2017;Bermúdez et al, 2016;Che et al, 2013;Freire, Marques Cardoso, 2013;González-Prieto et al, 2017b;González-Prieto et al, 2015;González-Prieto et al, 2014;González-Prieto et al, 2013;Guzmán et al, 2015;Guzmán et al, 2013;Hoang, Zhu, Foster, 2013;Jiang et al, 2016;Kianinezhad et al, 2008;Lu, Corzine, 2005;Lu et al, 2017;Lu et al, 2016;Munim et al, 2016;Ríos-García et al, 2017;Riveros, 2016;Simoes, Vieira, 2002;Sudhoff et al, 1997;Tani et al, 2011;Wang et al, 2016;Wang et al, 2017;Xu et al, 2017;Zhou, Lin, Cheng, 2015), una mejor distribución de la potencia por fase, una disminución en el rizado del par y un mayor aprovechamiento de la tensión dc-link entre otras. La mayor tolerancia al fallo proporcionada por los sistemas multifásicos se traduce en un aumento de su fiabilidad que, como anteriormente se expuso, resulta una condición altamente necesaria en aquellos sistemas que requieren una gran seguridad, como es el caso de los vehículos eléctricos o de las aplicaciones aeronáuticas y navales Simoes, Vieira, 2002;Smith, 2002;…”