La caracterización de estos pigmentos nos permite aproximarnos a los mecanismos utilizados por los pobladores del valle bajo de Pisco de los siglos IX al VI a.C. para obtener estas materias primas. Especulamos acerca de la existencia de una combinación de estrategias que incluyen el acceso directo para obtener hematita y antlerita de fuentes cercanas, e intercambio horizontal costa-costa, y vertical costa-sierra utilizando caravanas de llamas, para obtener respectivamente anatasa, en un caso, y cinabrio, rejalgar, oropimente y pararrejalgar, en el otro, de fuentes más distantes.