“…No obstante, el interés por el AC en EF ha ido creciendo progresivamente y se le asocian diversas ventajas en relación a la adquisición de las habilidades motrices básicas (Dyson, 2001;Fernández-Río, 2000, la mejora del rendimiento y de la condición física (Bähr, 2010;Palomares, 2016;Polvi y Telama, 2000;Prieto y Nistal, 2009), el trabajo de la expresión corporal y las danzas (Grineski, 1996;Yoder, 1993), la resolución de juegos y problemas motrices (Velázquez-Callado, 2010), la promoción de la participación y la igualdad de oportunidades entre el alumnado (André, et al, 2011, López y Taveras, 2022, la mejora del autoconcepto y de la percepción de la propia competencia motriz (Fernández-Río, 2003), la mejora de los aspectos relativos a la educación en valores, la socialización y las relaciones interpersonales (Bores-García, Hortigüela-Alcalá, Fernández-Río, González-Calvo, y Barba-Martín, 2021;Bradford, Hickson y Evaniew, 2014;Goudas y Magotsiou, 2009;Velázquez-Callado, 2013), el desarrollo positivo de la vertiente socioafectiva y emocional del alumnado (Rivera-Pérez, Fernández-Río e Iglesias, 2019;Sánchez-Molina, et al, 2021), o la promoción de experiencias positivas de aprendizaje, la motivación hacia la EF y la práctica de actividad física en general (Bores-García, et al, 2021;Fernández-Río, Sanz, Fernández-Cando y Santos, 2017).…”