La inteligencia artificial se muestra como la aplicación o conjunto de aplicaciones informáticas que pretenden emular las actividades cognoscitivas desarrolladas habitualmente por los seres humanos. Si bien esta realidad nos puede parecer extraordinariamente fructífera para el desarrollo de nuestra sociedad en cualquier ámbito, también entraña riesgos, entre otras cosas porque la inteligencia artificial puede llegar a tomar decisiones al margen, incluso, de las propias previsiones de su creador. Ante estos riesgos podemos aplicar principios éticos que puedan ser referentes para desarrolladores, distribuidores, aplicadores de estas tecnologías, estén o no incorporados a normas de obligado cumplimiento. Tanto los riesgos como las respuestas están siendo objeto de estudio, con aportación de propuestas, en el seno de la Unión Europea, asentándose, como punto de referencia, en los principios éticos. Acercarse al análisis de esta posición es el objetivo de este trabajo.
Recibido:13 septiembre 2022Aceptado: 16 enero 2023