La occidentalización de los paisajes indígenas agudiza la desigualdad social, tema que no es convencional en las disciplinas de la Etnobiología, ni del urbanismo. Sin embargo, la expansión urbana sobre territorios indígenas comienza a estudiarse multidimensionalmente para explicar la homogeneización de la diversidad florística y la reducción de los patrones multiculturales de los paisajes indígenas, como problemas estructurales en la identidad latinoamericana. Objetivo: Estudiar el paisaje cultural y el manejo del espacio tradicional de una comunidad náhuatl en Xoxocotla, Morelos, bajo presión urbana, con el propósito de definir elementos del urbanismo no occidentalizados en dos áreas del pueblo, la antigua y la recientemente urbana. Metodología: Se utilizaron dos enfoques: 1) el etnobotánico, por medio de entrevistas abiertas, sin priorizar la edad ni género, y 2) el ecológico, para conocer la lista florística y las especies con mayor frecuencia. Resultados: El levantamiento de información realizado en 192 viviendas, demuestra que el 57% conserva el huerto frutícola tradicional; en el 4.7% de viviendas registradas para el año 2010, se observa que 21% conserva el sistema constructivo-vernáculo. El índice de diversidad de Simpson, aportó información sobre la vegetación, sus valores fueron para el área antigua 0.2 y para la recientemente urbana de 0.7, lo que señala que esta última se ha diversificado. Conclusión: La similaridad entre los dos paisajes fue de 59% y el valor para las especies nativas fue de 66% con valor de uso. Los resultados de este estudio ofrecen ventajas sociales y ambientales, incluso para el espacio predominantemente económico.