“…Se debe sospechar un TEP siempre, y hay que descartarlo en pacientes con antecedentes de trombofilia genética, o en aquellos que experimentan disnea súbita, sobre todo si no hay otros signos o síntomas y, sin duda, si se instaura y revierte de forma rápida con el ejercicio. Debe considerarse mantener una alerta específica en aquellos sujetos con trastornos de la coagulación o con una predisposición a la trombosis venosa profunda, con el retorno venoso comprometido, después de viajes largos, en posibles estados de deshidratación, cirugía reciente, o si mantienen un tratamiento anovulatorio o, por alguna razón, toman esteroides anabolizantes 61 . Por otro lado, en los individuos que padecen procesos inflamatorios sistémicos existe una modulación del sistema de coagulación que facilita la activación del factor tisular mediado por la trombina, y se reduce la respuesta de los mecanismos anticoagulantes fisiológicos y se inhibe, de alguna manera, la fibrinólisis 62 , lo que promociona la aparición de un TEP.…”