En el año 2006, el Congreso de la Nación sancionó en Argentina la ley nacional 26.150 que afirma el derecho de todos los educandos a recibir una educación sexual integral y crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (en adelante ESI) para garantizar su implementación. Desde entonces la ESI viene interpelando y comprometiendo a las instituciones escolares en la generación de prácticas que aporten al fortalecimiento de la autonomía de los niños, niñas y adolescentes respecto del cuidado cuerpo y la sexualidad. En el nivel primario, específicamente, la ESI invita a problematizar roles y estereotipos de género, a reconocer el cuerpo y su relación con el cuidado, el afecto, la valoración y su importancia en la construcción de la identidad personal, a expresar, reflexionar y valorar las emociones y sentimientos vinculados a la sexualidad, a promover actitudes y prácticas respetuosas de los derechos humanos, entre otras cuestiones a destacar. No obstante, estos esfuerzos no necesariamente se han traducido en avances contrastables tal como se pretende en los instrumentos normativos consagrados. Las resistencias en buena parte de las y los actores que integran el propio sistema de enseñanza aún se manifiestan dentro y fuera de las instituciones educativas.
Recebido em: 04/02/2020.Aprovado em: 10/02/2020.