La presencia de cuerdas tendinosas aberrantes a nivel auricular es un hallazgo muy poco frecuente y suele asociarse a regurgitación mitral. Se presenta el caso de una cuerda aberrante que se inserta en la pared libre de la aurícula izquierda y en el velo mitral posterior, y que condiciona una regurgitación ligera/moderada. Es un ejemplo claro de la utilidad de la ecocardiografía tridimensional en la valoración de la etiopatogenia de la regurgitación mitral, permitiendo en este caso la precisa caracterización anatómica y funcional de la cuerda aberrante.