“…Años después se populariza el térmi-no adicción positiva (Glasser, 1976), siendo este constructo desarrollado posteriormente por Sachs y Pargman (1979, 1984. Han sido varias las formas de referirse a este fenómeno, de entre ellas se destacan: adicción positiva (Glasser, 1976), adicción al correr (Glasser, 1976;Sachs y Pargman, 1984), adicción negativa (Morgan, 1979), fanatismo por el fitness (Little, 1979), corredores obligados (Yates, Leehey y Shisslak, 1983), ejercicio mórbido (Chalmers, Catalan, Day y Fairburn, 1985), el ejercicio compulsivo (Hauck y Blumenthal, 1992) o dependencia primaria al ejercicio (De Coverley Veale, 1995). Pierce (1994) consideraba la dependencia al ejercicio como un proceso que compromete al sujeto en la práctica a pesar del malestar generado y los síntomas tras su retirada.…”