Clásicamente se ha descrito al recto mayor, junto a los músculos que lo envainan en su estuche fibro-muscular, como los que integran activamente el mecanismo de contención en el abdomen. Sin embargo, en la bibliografía relevada, se denota una falta de especificidad en las funciones de cada músculo. Puesto que algunos estudios sugieren que en vertebrados inferiores el oblicuo externo está involucrado en la locomoción cuadrúpeda y en el mecanismo respiratorio, es razonable hipotetizar sobre su real papel en la contención visceral. Por todo esto es que planteamos como objetivo general del presente trabajo determinar la funcionalidad específica del músculo oblicuo externo como contenedor del abdomen. Para analizar esto hemos utilizado diversos métodos de estudio como electromiografías, ecografías, disecciones anatómicas en cadáveres humanos y de diversas especies y cirugías de pared abdominal. Durante las electromiografías y ecografías hemos encontrado que los mayores cambios del oblicuo externo se observaron durante la espiración forzada. Los resultados obtenidos a partir de las cirugías demostraron que el elemento a ser reparado para que no ocurra una la eventración debe ser el transverso. A partir de estas aproximaciones comprobamos que ambos oblicuos se comportan como músculos exteriores a la caja toracoabdominal, sin que revistan importancia en la estabilidad del contenido visceral. Concluimos entonces que el transverso, el más profundo de la pared antero lateral y posterior del abdomen, por su disposición intratorácica y su fuerte inserción posterior, con su consecuente llegada a la línea media en toda su extensión tanto supra, como infraumbilical, demuestra ser el verdadero elemento de contención.