“…No obstante, otras funcionalidades en los dispositivos móviles también se utilizan como herramientas de aprendizaje, como los juegos (Mu y Paparas 2015;Nayak, 2018), los entornos virtuales de aprendizaje; (Frank y Kapila, 2017), las imágenes y los videos (Leinonen et al, 2016), las redes sociales (Scott et al, 2017;Ooi et al 2018) y los SMS conocidos como mensajes cortos (Ekanayake y Wishart, 2015;Scott et al, 2017), todos ellos han sido documentados. En este mismo orden y dirección, se ha confirmado por medio de estudios empíricos en la educación superior, que la utilización de las aplicaciones móviles ha traído beneficios a los estudiantes, por ejemplo, en la enseñanza de las matemáticas, en las relaciones interpersonales y en las habilidades de aprendizaje, así como en las habilidades comunicativas (Vergel-Ortega et al, 2015). En ese mismo sentido, se ha probado en el estudio de idiomas, que el auténtico valor pedagógico y educativo de estos recursos se da través del el uso y metodología que el profesor planee.…”