Resumen: Aunque las Organizaciones de la Sociedad Civil han conquistado el lugar que merecen como agentes de la Cooperación Internacional para el Desarrollo, al menos en la Cooperación Norte – Sur, queda un largo camino por recorrer en el reconocimiento que los gobiernos de los países en desarrollo todavía no les han otorgado en su participación en las dinámicas de la Cooperación Sur-Sur (CSS). Factores estructurales y coyunturales dificultan una integración real de las OSC en las tareas de la CSS. El caso latinoamericano ilustra el insuficiente nivel de participación social en la CSS de la región, si bien algunas experiencias relevantes muestran posibilidades de explorar mecanismos para aprovechar el caudal de conocimientos y planteamientos sobre el desarrollo que atesoran las OSC.