“…Un supuesto exceso en el conjunto de tareas prácticas de la asignatura 3 , la acumulación de entregas y presentaciones públicas coinciden-tes en la parte final del semestre, dando a entender una descoordinación del profesorado para fijar las fechas, pero también del alumnado para repartir la carga de trabajo a lo largo del calendario de modo más equitativo, favoreció un clima de confianza, debate y diálogo entre las dos partes del proceso enseñanzaaprendizaje: docente-discente. En este sentido, me alineé con el rol de facilitador, entendido como un agente de cambio, un amigo crítico, más que como un mero técnico (Soto, Figueroa y Yáñez-Urbina, 2017), empatizando con el alumnado como una dinámica de actuación, también como un valor. Desde un posicionamiento razonado se planteó la posibilidad de eliminar los dos comentarios y dividir su porcentaje en la calificación hacia la práctica continua y el trabajo de curso, quedando sendos elementos en el 25% de la nota final.…”