“…Relacionado con los problemas en su conformación, el constructo "difusión de identidad", derivado de la teoría del desarrollo identitario de Erikson (1956), se caracteriza por dificultades en el logro de la intimidad, la elección de carrera, la capacidad para la competencia y para el logro de una autodefinición psicosocial, acompañado de un sentimiento de aislamiento y vacío interno. Esta definición concuerda con síntomas típicos del TLP como el vacío crónico, superficialidad, poca tolerancia a la ansiedad, dificultad en el control de impulsos y en el logro de una autodefinición estable, además de problemas en el establecimiento de relaciones de intimidad (Schlüter-Müller, Goth, Jung, & Schmeck, 2015). Becker, Grilo, Edell, y McGlashan (2002), explorando una muestra clínica de adolescentes a través de entrevistas semiestructuradas, encuentran que la alteración de la identidad en conjunto con ira incontrolable y desregulación afectiva son los síntomas más significativos para el diagnóstico adecuado del trastorno límite de la personalidad en los adolescentes.…”