INTRODUCCIÓNLa ubicación geográfica extrema de la región de Magallanes, condiciona a sus habitantes a noches muy cortas o muy largas según la época estacional, afectando la duración habitual del sueño de sus habitantes, con días que pueden alcanzar las 17 horas, mientras que en invierno esta condición se ve disminuida a sólo 7 horas y 30 minutos 1 , exponiendo a la población a una gran cantidad de horas de luz artificial, factor que podría condicionar, la alta tasa de malnutrición por exceso tanto en adultos como en niños. Datos recientes, muestran que la prevalencia de obesidad en la región en pre kínder corresponde a un 26,4%, kínder 27,3% y un 29,0% en primer año básico, superando el promedio nacional 2 . La disminución de las horas de sueño es una realidad mundial. En la década de 1960, la duración media del sueño en los Estados Unidos fue más de 8 horas, pero cayó a 7 horas en 1995. En el año 2005, una encuesta realizada en ese país mostró que la duración media del sueño fue de 8,4 horas en niños de 11-12 años y menos de 7 horas en adolescentes de 16-17 años. Informes recientes de China, Australia y otros países, también indicaron una disminución de la duración del sueño entre los niños de 6 a 18 años, considerándose la corta duración del sueño como un fenómeno global 3 . La evidencia científica señala que los durmientes cortos y el aumento de la exposición a la luz artificial durante la noche son paralelo al aumento global de la prevalencia de la obesidad y los trastornos metabólicos 4 . Un estudio desarrollado en el Reino Unido y aplicado en niños y adolescentes, comparó que aquellos que duermen menos de 10,5 horas en la noche a la edad de 30 meses, presentaban un 45% más de riesgo de desarrollar obesidad a la edad de 7 años que aquellos que durmieron mayor cantidad de horas (> 12 horas/noche). Los niños que dormían menos de 9 horas por noche tuvieron un mayor riesgo de