El eje central de los jardines de La Granja de San Ildefonso, construido en la década de 1720 a petición de Felipe V, alberga una amplia decoración escultórica cuya importancia debe ser reevaluada. Este artículo propone una hipótesis de lectura iconográfica de este conjunto, a la luz de la ambición imperial del primer Borbón que reinó en España.