“…Sin embargo las investigaciones que relativizan este punto de vista, consideran que la mayor presencia de población extranjera concentrada en una comunidad o barrio aumenta las posibilidades de contacto con la población autóctona lo que a la larga favorecería la reducción de los prejuicios hacia esta población y mejoraría la convivencia (Pettigrew y Tropp, 2006;Pettigrew, Wagner y Crist, 2010;Barlow et al, 2012;Dewaard, 2015). Estas investigaciones, agrupadas dentro de las teorías del contacto (Kaufmann y Harris, 2015), muestran que aspectos como el mayor contacto con la población extranjera (Pettigrew, Wagner y Crist, 2010;Echazarra, 2014), o el tiempo de permanencia del extranjero en la sociedad de acogida pueden reducir la aparición de prejuicios y rechazo y ayudar a la aparición de actitudes más receptivas hacia la población extranjera (Sampson y Groves, 1989;Dewaard, 2015).…”