Resumen: Los tumores malignos de la cavidad oral y mandíbula representan aproximadamente un 5% de todas las neoplasias malignas del cuerpo, y sólo entre el 1 y el 4% son consideradas como metástasis. Tienen su localización más frecuente a nivel de la mandíbula (80%), fundamentalmente en la región molar. Las metástasis mandibulares, cuando aparecen, suelen tener su origen en tumores primarios que asientan en la mama, pulmón, riñón, tiroides, intestinos y próstata; y con menor frecuencia en el estómago, testículos y vesícula biliar. Suelen afectar a pacientes de edad avanzada (4ª-7ª décadas de la vida) sin predilección por el sexo. El tratamiento en general es paliativo y pasa por el uso de la radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia, reservando la cirugía para casos aislados. Describimos un caso de metástasis mandibular en un paciente adulto como primera manifestación clínica de un adenocarcinoma gástrico.
IntroduccciónLos tumores malignos de la cavidad oral y mandíbula representan aproximadamente un 5% de todas las neoplasias malignas del cuerpo, y sólo entre el 1 y el 4% son consideradas como metásta-sis. 1,2 Tienen su localización más frecuente a nivel de la mandíbula (80%), fundamentalmente en la región molar. 3,4 El origen más frecuente es en tumores primarios que asientan en la mama, pulmón, riñón, tiroides, intestinos y prósta-ta, y con menor frecuencia en el estó-mago, testículos y vesícula biliar. [5][6][7] Suelen afectar a personas de edad avanzada (4ª-7ª décadas de la vida) sin diferencias en cuanto al sexo, 1,6,7 aunque hay autores que defienden una mayor incidencia en mujeres con respecto a los varones. 4,5 La presentación clínica más frecuente es una masa dolorosa de crecimiento relativamente rápido en la región molar mandibular. 1,4,5,7 Otras manifestaciones menos frecuentes incluyen las parestesias del labio inferior, la movilidad o incluso la pérdida de piezas dentarias, así como la presencia de sangrado intraoral. [8][9][10] Está descrita, aunque de forma excepcional, la afectación bilateral ó multicéntrica de la mandíbula. 11 El diagnóstico radiológico es complicado ya que no existe una imagen patognomónica y, en ocasiones, los hallazgos radiológicos son inexistentes. Cuando aparecen, suelen manifestarse como una imagen radiolúcida de már-genes mal definidos, aunque a veces, como en el caso de la metástasis de mama ó de próstata, la imagen puede ser radiopaca. 9,10 El diagnóstico diferencial incluye diversas entidades de aspecto radioló-gico similar como osteomielitis, abscesos y quistes óseos, neoplasias malignas óseas primarias, mieloma o histiocitosis X. 1,4 El tratamiento suele ser paliativo y se basa en el uso de la radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia, 4,12-17 reservando la cirugía para casos aislados. 18 El pronóstico, en general, es malo, con supervivencias tras el diagnóstico menores de un año. 4,5,17