Binge drinking differentially affects adolescent male and female brain morphometry

Abstract

Rationale Adolescent binge drinking is concerning, as important neurodevelopments occur during this stage. Previous research suggests that binge drinking may disrupt typical brain development, and females may be particularly vulnerable. Objectives We used magnetic resonance imaging (MRI) to examine cortical thickness in adolescent females and males with and without histories of binge drinking. Methods Participants (N=59) were 16–19-year-old adolescents recruited from local schools. Recent binge drinkers (n=29, 48% female) were matched to non-drinkers (n=30, 50% female) on age, gender, pubertal development, and familial alcoholism. Participants completed a neuropsychological battery and MRI session. Cortical surfaces were reconstructed with FreeSurfer. Results Binge × gender interactions (p<.05) were seen for cortical thickness in four left frontal regions: frontal pole, pars orbitalis, medial orbital frontal, and rostral anterior cingulate. For all interactions, female bingers had thicker cortices than female controls, while male bingers had thinner cortices than male controls. Thicker left frontal cortices corresponded with poorer visuospatial, inhibition, and attention performances for female bingers (r=−0.69 to 0.50, p<0.05) and worse attention for male bingers (r=−0.69, p=0.005). Conclusions Adolescent females with recent binge drinking showed ~8% thicker cortices in left frontal regions than demographically similar female non-drinkers, which was linked to worse visuospatial, inhibition, and attention performances. In contrast, adolescent binge-drinking males showed ~7% thinner cortices in these areas than non-drinking males. These cross-sectional data suggest either different gray matter risk factors for males as for females toward developing heavy drinking, or differential adverse sequelae.

Alcohol Consumption and Executive Functions in Adolescents: A Systematic Review

“…El 38,46 % de los trece artículos encontrados evaluaron dicho componente (31,(40)(41)(42)(43). Una elevada proporción (80 %) no encontró resultados significativos respecto al efecto del consumo de alcohol en la planificación, solo uno (4) dirigido a evaluar el consumo excesivo y dependiente de alcohol encontró que el número de bebidas consumidas en un día típico puede alterar esta función.…”

“…Cabe destacar que en el estudio que no reportó hallazgos con significancia estadística se empleó una muestra de ratas macho adolescentes de tipo Wistar bajo administración de alcohol en patrón tipo binge (44). Por el contrario, el componente de inhibición de respuestas fue el más evaluado por las investigaciones en la presente revisión, ya que el 46,14 % aplicó algún instrumento para estudiar este aspecto (31,36,40,41,43,44).…”

“…Considerando la inclusión de la memoria visoespacial, este componente fue el más estudiado por los artículos localizados en la presente revisión: de la totalidad de las publicaciones localizadas, nueve (69,23 %) evaluaron este componente, de las cuales cuatro estudiaron la memoria de trabajo (38,42,45,46) y cinco el desempeño y la memoria visoespacial (31,(41)(42)(43)47). Respecto a la memoria de trabajo, el 50 % encontró que el consumo de alcohol con patrón binge puede alterar el desempeño de este proceso (45,46).…”

Anomalías neurocognitivas asociadas al consumo intensivo de alcohol (binge drinking) en jóvenes y adolescentes: Una revisión

“…Con respecto al cerebelo, se ha observado menor densidad tanto en la sustancia gris como en la sustancia blanca de ambos hemisferios en los jóvenes BDs en comparación con consumidores ocasionales (Lisdahl, Thayer, Squeglia, McQueeny y Tapert, 2013). En el córtex frontal las alteraciones observadas fueron distintas en hombres que en mujeres (Squeglia, Sorg et al, 2012). Así, mientras que las mujeres BDs presentaban mayor grosor cortical (mayor volumen de sustancia gris) en regiones frontales que las mujeres control, en el caso de los hombres se observó un patrón inverso de resultados (menor grosor cortical en los BDs).…”

“…Así, los únicos dos estudios longitudinales que abordan directamente este punto, autoría del grupo de Tapert y cols., apuntan en ambas direcciones: 1) a una actividad neural diferencial previa al inicio del consumo de alcohol (con menor actividad en regiones fronto-parietales en adolescentes BDs), lo cual podría constituir un factor de riesgo para el posterior consumo abusivo de sustancias; y 2) a diferencias en el funcionamiento cerebral que emergen como consecuencia del patrón BD (con mayor actividad en regiones fronto-parietales en los BDs) (Squeglia, Pulido et al, 2012;Wetherill, Squeglia, Yang y Tapert, 2013).…”