“…Por otro lado, las conversiones por ruta biológica son preferidas a la química por ser más selectivas y promisorias para la consecución de etapas más limpias, aunque debido la complejidad de la biomasa lignocelulósica exige múltiples procesos para lograr eficiencia en las operaciones; adicionalmente, la lentitud de las reacciones biotecnológicas es una limitación y se requieren optimizar los tiempos de hidrólisis, rendimientos y productividad (Alvira et al, 2010). En este contexto, el uso de aplicaciones enzimáticas para la degradación de materia orgánica ha sido ampliamente investigado en la producción de biocombustibles; debido a la naturaleza de los residuos orgánicos de fuente agro-industrial se han reportado evaluaciones de diferentes enzimas hidrolíticas con actividad β-glucanasa, celulasa, hemicelulasa, xilanasa, proteasas, lipasas (Wilkinson et al, 2017;Ravindran y Jaiswal, 2016) y enzimas con actividad ligninolítica como peroxidasas y lacasas (El-Naggar et al, 2014). La accesibilidad a la matriz polimérica se convierte en un desafío, entre las propiedades estructurales que dificultan el proceso de hidrólisis enzimática se menciona el grado de polimerización, hidrofobicidad, cristalinidad, área superficial, entre otras.…”