“…En las últimas décadas, los distribuidores han dedicado su esfuerzo a mejorar la calidad y la comunicación de sus productos (Davies, 1998;Beristain, 2010), especialmente en relación al diseño, a los colores y en lo referente a la información del envase, sabedores de que el diseño del packaging es un factor especialmente importante en la valoración de la calidad percibida. Ello se ha demostrado en diversos estudios que comparan la valoración sensorial hacia un alimento, cuando ésta se hace en presencia de la marca o del envase y en ausencia de estos atributos, concluyendo que, en presencia de la marca, la valoración sensorial es bien distinta a cuando la marca no aparece (Dopico y Tudoran, 2008, Wansink et al, 2000Dimra y Skuras, 2003;Wang, 2013, Breneiser y Allen, 2011, Field et al, 2012. Estos resultados se enmarcan en un contexto de la literatura que compara la valoración de la calidad entre marca del fabricante y marca del distribuidor, dejando claramente manifiesto que la marca, en estos casos, la del fabricante, influye positivamente en la valoración sensorial del producto.…”