“…Con ciertas diferencias, vinculadas principalmente a la forma como se ha incriminado esta conducta, debe ser considerado el caso del Reino Unido, donde, como señala Green (2013, p. 46), uno de los cambios más radicales relativos a la lucha contra la corrupción, a propósito de la entrada en vigencia de la Bribery Act (2010), sería la forma como se enfrenta la corrupción en el ámbito de los negocios, ya que uno de los principales objetivos de la ley sería acabar con la práctica generalizada del pago de sobornos en el marco de la competencia por la obtención de contratos y, especialmente, la práctica de competir sobre la base de que quien se adjudicaría el contrato en definitiva sería quien pueda pagar el soborno más alto. Como señala Mukwiri (2015), si tal práctica se llegara a generalizar, el "circulo de la corrupción se perpetuaría" (p. 18), lo que podría traer aparejado graves efectos al mercado.…”