La variedad de textos epigráficos en los que se documentan los nombres personales ibéricos, con su notable alcance territorial y cronológico, hace esperable que pueda observarse en este sistema antroponímico una cierta variación interna motivada por causas de distinta índole: fonéticas, morfológicas, diacrónicas o diatópicas, así como también sociales y culturales. En este trabajo se reflexiona mediante ejemplos significativos sobre los fenómenos de cambio y de continuidad de la onomástica ibérica en lo que se refiere tanto a la estructura y los sistemas de composición de los nombres, a las tendencias y modas en la elección de los formantes, como a la evolución de la fórmula onomástica a lo largo de la historia.